lunes, 13 de octubre de 2008

¿Tan diferentes?

Estoy frente al televisor sentado en el sofá con el ordenador y el gato encima. Estamos haciendo un maratón de "Sexo en NY". Y acabo de ver el capítulo 8 de la 3a temporada titulado "Unos vienen, otros van". Con el café a un lado y el cigarro al otro, empiezo a pensar sobre el capítulo que acabo de ver. Tal y como dice el título, el episodio va de el movimiento ajetreado que tienen las vidas de estas 4 chicas. Y es aquí donde empiezo a darle vueltas y "ya sea por H o por B" lo he acabado relacionando con el mundillo este en el que vivimos y más aun con "la comunidad gay" como algunos modernos les gusta referirse.
Aun no habiendo visto el capítulo, el título dice mucho de la trama: "Unos vienen, otros van". Con estas 4 palabras, mi cabeza ha empezado a darle vueltas sobre cuanta verdad tiene este enunciado. Simple y directo, sin pérdida posible, aquí tenemos un claro reflejo del estilo de vida de muchas personas. El "aquí te pillo, aquí te mato" es una frase que siempre se ha utilizado, pero hoy en día parece tener más fuerza que nunca. ¿Quién no tiene un amigo, primo o conocido, el cual va de fiesta en fiesta, de cama en cama, o hasta de orgía en orgía?

Por lo general pareceré de lo más puritana y antigua la imagen que puedo dar a entender en esta entrada, pero es tan malo pensar que hoy en día se han dejado bastante de lado los sentimientos para dar paso al divertinaje total. Vale, ahora hasta a mi me parece que estoy dando un sermón de una secta religiosa la cual castiga el pecado de la lujuria sexual, pero no es así. En realidad, solo digo que, últimamente, veo más y más gente que se toma a la ligera eso de ir de cama en cama, como quien cambia de calzoncillos (y nunca mejor dicho). Es verdad que cuando uno no tiene pareja estable es libre y puede acostarse con quien quiera (o pueda) pero ¿es esa razón para dar como resultado la imagen "promiscua" la cual ha derivado el hombre, y más aun la comunidad gay?

En cierto modo los hombres siempre hemos ido más "sueltos", hemos tenido más facilidad a la hora de practicar sexo que las mujeres. Este mes la revista Zero ha publicado un artículo de la Barcelona promiscua. Como un gran número de gays frecuentan saunas, practican sexo en sitios tan cutres como WC, los vestuarios de gimnasios, etc. Es cierto que a la hora de ligar, los gays lo tenemos más fácil. Con un par de miraditas y una sonrisita ya parece ser suficiente para que uno de los dos se decida a atacar a su objetivo, pero ¿eso es razón para tal actividad?. De allí, se cruzan un par de palabras, a veces ni eso, y a casa de uno. Y yo me pregunto, ¿dónde está el sentimiento aquí? Simplemente uno se deja llevar por la pasión, la lujuria del momento, pero no hay más. Una vez acabado seguramente el que sea invitado se levantará y se irá a su casa a recobrar energías para la noche siguiente, para el nuevo objetivo. Pero, ¿a caso no nos hemos buscado nosotros esa fama?. Como es evidente no todo el mundo tiene como costumbre esta práctica de "aquí te pillo, aquí te mato" pero no es la general. Siempre se ha visto a este grupo minoritario como "las fríjidas", apelativo que les encanta a esos machotes pinchados.

En definitiva, por mucho que algunos se centren en dar rienda suelta a su imaginación practicando cuanto sexo sea posible, intentando ser el deseo de los demás siendo más machotes que ninguno, no es verdad que a todos nos corrompe la misma pregunta
¿encontraremos a alguien con quien compartir nuestra vida?

3 comentarios:

Julio César Ortega dijo...

Creo que es muy lícito acostarte con quien quieras y como quieras si eres soltero. Es una etapa más de la vida que hay que disfrutar, y de hecho, si no la pasas, no aprecias tanto cuando realmente encuentras a ese alguien especial. Yo ya lo he encontrado, y desde luego, el sexo con amor es inigualable.

Mr. Gellar dijo...

Estoy de acuerdo contigo menos por una cosa "si no la pasas, no aprecias tanto cuando realmente encuentras alguien especial"? Más bien nada de acuerdo.
Primero, no he pasado esa fase. Segundo: para apreciar a mi sexy no me hace falta compararlo con nada de lo anterior porqué es incomparable y tercero, me parece triste tener que decir que es una fase que se tiene que pasar. Simplemente la pasas si quieres o si lo necesitas, todo depende del punto de vista con que te plantees las cosas. Eso de decir "la etapa puta se tiene que pasar" me suena a "si todos se tiran del tren, no voy a ser menos..."

Anónimo dijo...

El puterío de las feminas bolleras es igual que el gay y para colmo, el circulo endogámico es más reducido. Pero, eso sí, estamos en una fase anterior en cuanto a hacerlo socialmente visible.

Betty M.