
Como llevamos haciendo estos días, hoy también nos hemos sentado en el sofá a mirar otro capítulo de "Sex and the City". Ya llegando al final de la 3ª temporada ha vuelto a escena, tras algunos capítulos de misterioso absentismo, Mr. Big. Para poneros en situación, Big lo acaba de dejar con su mujer (sí, esa niñata pija de los Hamptons de 25 años que casualmente se enamora de un casi cincuentón no por su dinero si no por su "forma de ser") después de tener un affair con Carrie. En el capítulo la redactora de Vogue pasea con Miranda y se pregunta si ella ha sido la causante total de la ruptura o por lo contrario, ha sido Big. Y es aquí donde a mi cabecita se le ha encendido una luz.
¿Cuando una pareja se rompe por infidelidad quién tiene más culpa, el emparejado o "el que hace tres"?. No voy a negar la evidencia, el que está comprometido, el que tiene pareja, el "adúltero" es el principal culpable. Es el quien ha adquirido un compromiso con la otra persona, sea el que sea, más o menos importante, del básico respeto que a todos se nos debe. Es él quien ha infringido esa confianza para lanzarla a la papelera, cual clinex usado y desgastado. Sobre esto no hay duda alguna. Pero ¿y "el que hace tres"? ¿Tiene algo de culpa? o simplemente al ser soltero ¿se le exime de total cargo posible? Y es aquí donde mi sexy y yo hemos tenido el "debate" sobre el capitulo-tema.
En mi opinión, y como es mi blog me permito decir lo que me plazca, no puede salir totalmente impune. Es cierto que el emparejado tiene que ir al purgatorio a la de ya (gràcies pavaj!) pero "el que hace tres" creo que tiene su parte de culpa. Es verdad que si está soltero es libre de hacer lo que quiera, flirtear con quien le de la gana y acostarse con quien le pida el cuerpo. Pero ¿hasta dónde llega esa libertad?
Vivimos en una sociedad delimitada por reglas y costumbres. Y la educación es algo que se nos inculca desde pequeños. Y es por eso que me pregunto hasta donde llega libertad de cada uno y a partir de donde nos limita nuestra "consciencia". "El que hace tres" es el intruso, suene como suene, es lo que es. Una relación consiste en 2, una pareja, hombre-mujer, hombre-hombre, mujer-mujer (no hay distinciones) y cuando entra otro en juego se vuelve eso, un invasor de un territorio que no le pertenece. Aquí no discuto si es una pareja feliz o con los días contados, si no en el hecho relación. Cuando el soltero entra en juego tiene dos opciones, o entrar a saco a por el que le interesa, sin piedad, importándole un bledo los sentimientos del otro, o decidir esperar a que las cosas tomen su rumbo correcto, es decir, esperar a que lo dejen para poder estar juntos. Es cierto que normalmente se opta por la opción A, la fácil, la corta e inmediata, donde predomina la pasión y la consciencia queda en un segundo plano. Y digo esto porque, aunque sea verdad que estos dos amantes se quieran, ¿pueden dejar en estado out al elemento engañado de la relación?. ¿Por qué nunca pensamos que el soltero debe un respeto a la pareja de nuestro amante?.
Creo sinceramente que todos tendríamos que pensar un poco más en nuestros actos. Hay veces que el dejarse llevar no es correcto, y que el hacer lo correcto, es lo acertado. Si es cierto que estas dos personas se quieren, ¿por qué primero no arreglamos las cosas y luego actuamos?. Así que para acabar, diré que muy a mi pesar, vivimos en tiempos de crisis (aii pero que agudo estoy hoy...) y que debemos dejar de escuchar tanto esa vocecilla que nos tararea la canción de Alaska de "A quién le importa looo que yo hagaaa" para escuchar al angelito que aunque a grito pelao esté, se nos hace difícil oír.



3 comentarios:
Bueno, creo que simplemente, juzgas demasiado. En realidad las cosas no son blancas o negras. Si alguien emparejado se lía con otra persona, la "culpa" es exclusivamente del emparejado. ¿Por qué culpar a alguien más? Puestos a culpar, buscando en las causas podríamos salpicar incluso a la santa pareja del pecador. Qué manía de buscar en todo a malos y buenos. Estás más cerca de esos dos bandos de lo que tú crees.
Buenooo pero que me estás contando. Evidéntemente que la culpa es del adúltero, pero ya fuera de eso, queda el recelo de esa parte moral (que todos deberiamos tener). Del simple hecho de provocar sufrimiento a otro. No soy una monja de la caridad, se me conoce básicamente por ser bastante rabioso, pero a caso ¿no es lícito sentir que se provoca un dolor extra a la persona engañada, a veces sin una necesidad imperiosa?. Ahora está de moda el "dejarse llevar", "express yourself" pero hay veces que debemos guardar la compostura y aguantar un poco. Pensar y después actuar, y no actuar y luego ya veremos (como pasa tan amenudo).
¡Todos al purgatorio! ¡Qué ardan hasta el fin de los tiempos! Cómo te gusta tocar temas escabrosillos, ¿no puedes publicar un blog sobre cookies?
Esto de las infidelidades, no deja a nadie indiferente... en mi opinión, es nuestro Pepito Grillo interior el que nos debería "frenar" en el caso de ser esa 3a persona en discordia. Claro que es lícito liarnos con quien queramos en nuestro período de soltería, pero no lo es tanto, herir a otros implicados. Este tipo de gente, tiene claramente su Pepito Grillo: afónico, pisoteado, sordo-mudo o incluso ya está quemándose en el purrrgatorioooo
Betty M.
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